Matar a los Hijos


-Palabras del director-

Creo que lo familiar ha empujado a lo social fuera de nuestros escenarios en las últimas dos décadas.
En este tiempo hemos visto cómo los despojos de la familia burguesa saturaron y saturan con su rostro disfuncional las pequeñas salas del circuito alternativo de Buenos Aires y las grandes salas de la calle Corrientes.
Una y otra vez, nos reunimos a padecer y a reír de lo deforme, lo cómico y lo monstruoso que habita el interior de nuestras casas, refugiados en el interior de los teatros.
Y mientras tanto, hemos perdido las calles.
Lo público es televisivo. Lo social, mera estadística. Lo político es márketing. La calle, violencia y exclusión.
Mi pequeña obra es una obra sobre una niña pequeña: Rosa no tiene más de trece años. Si no cerramos nuestros ojitos burgueses a lo que habita más allá de nuestro living, cada día, cada terrible noche, entenderemos cómo a esa edad y en nuestro mundo real la niña ya conoce la violencia, el crimen, el sacrificio.
El ritual secreto de nuestra sórdida sociedad es el sacrificio oculto de sus pequeños. El sincero deseo que rige esta puesta es ofrecer a cambio un ritual teatral que, si bien no puede salvarlos, al menos los haga visibles. 


Ignacio Apolo –dramaturgo y director